Mercedes Sosa tenía una de las mejores voces que el mundo hubiese escuchado jamás. Se convirtió en una de las artistas más cautivantes del mundo y era capaz de transformar grandes salas de conciertos en una sala hogareña en la que el público se sentía como su invitado personal. Interactuaba con ellos, y su presencia era tan poderosa que muchos lloraban durante toda la actuación. Joan Baez quedó tan conmovida por su canto que se arrodilló para besar los pies de Mercedes en el escenario. Mercedes era una cantante folclórica que cantaba para el pueblo, porque ella los amaba y jamás le gustó que la llamaran diva. ¡Haz clic para agrandar las fotos en la galería de abajo!
Regresando del Exilio
4 de octubre de 2009 – Una Nación Afligida
Una Trovadora
Las banderas están a media asta en toda Argentina. El presidente anunció tres días de duelo nacional. Todos los conciertos y espectáculos se cancelaron en todo el país. Las condolencias llegan de parte de jefes de estado de toda América Latina, como así también de todo el mundo. “La Negra”, como era llamada cariñosamente por su cabello negro azabache y sus ancestros andinos del norte de Argentina, yace pacíficamente en su féretro en el salón más formal del Congreso, el “Salón de los Pasos Perdidos”, un honor reservado sólo para los más importantes íconos nacionales. En la Avenida Callao, la calle frente al Congreso, admiradores hacen fila para presentar sus respetos y decir adiós. (pasaje del libro)
Cuando Mercedes Sosa llegó a la Argentina luego de su período en el exilio, su gente la recibió como a una heroína nacional. La gente se reunió en todas partes a lo largo del camino, agitando banderas que decían “Bienvenida a tu país, querida Negra”. Semejante bienvenida conllevaba una tremenda responsabilidad. Ella no podía desilusionar a su gente. Se había convertido en un ícono de la democracia.